PROASSA MAGAZINE Nº 21
(…) Si lo que se ha buscado es dar virtualidad a lo no convenido, pero firmado, obviando algo tan evidente como que los textos contractuales han sido redactados por las asesorías jurídicas de los fabricantes y que los concesionarios y sus asociaciones representantes solo pueden discutir las comas, no queda más remedio que felicitar a los defensores de la tropelía en su conjunto, pues la falta de “independencia” y “autonomía” que venimos denunciando afecta por igual a los responsables de estas asociaciones, dirigidas por gerentes y/o dueños de las empresas concesionarias, que en ocasiones se confunden haciendo de paraguas para un trágala. (…).